Si una alimentación sana, equilibrada y compuesta por alimentos de todos los grupos, junto con la suplementación de nutrientes esenciales como el DHA, es esencial a lo largo de la gestación, ¿cómo queda en el período de lactancia (período en que la mujer amamanta al bebé)?
Según la Sociedad Brasileña de Pediatría, la recomendación sigue en el mismo sentido: principalmente porque una alimentación sana y equilibrada, que proporciona todos los nutrientes esenciales, es ampliamente recomendada en cualquier etapa de ciclo de vida, sobre todo en la gestación, lactancia y la introducción alimentaria del bebé, conducida de forma adecuada.
¿Pero cómo queda la suplementación de DHA en este período?
Los primeros meses de vida del bebé son fundamentales para el desarrollo neurológico, y varios factores pueden afectar en este proceso, como, por ejemplo, la alimentación. La dieta materna, por lo tanto, tiene un papel importante, principalmente en el caso de bebés amamantados exclusivamente por lecha materna, ya que la concentración de nutrientes en la leche depende de la alimentación de la mamá.
Y fue exactamente esto que un estudio conducido por investigadores polacos investigó: la relación entre las concentraciones medias de ácidos grasos polinsaturados (ácido alfa-linolénico, ALA y acido docosahexaenoico, DHA), todos de la familia del omega-3, en muestras de leche materna, en el primer y tercer mes de lactancia y el desarrollo psicomotor de los bebés amamantados exclusivamente hasta el sexto mes de vida. Los resultados indicaron una asociación positiva entre las concentraciones de ácidos grasos omega-3 (ALA y DHA) en la leche materna y el desarrollo motor infantil. Por lo tanto, los autores reafirman la necesidad de proporcionar estos nutrientes para las mujeres que amamantan.
En este sentido, la recomendación brasileña para las lactantes también sigue el Consenso de la Asociación Brasileña de Nutriología (Abran) sobre las recomendaciones de DHA durante la gestación, lactancia e infancia por reconocer la importancia de DHA para el desarrollo cognitivo y visual de los bebés. Aún, para Abran, después del nacimiento, las necesidades de ácidos grasos polinsaturados siguen en aumento debido a las necesidades corporales, por eso, el mismo consenso recomienda, a partir de estudios recientes, que la cantidad a ser suplementada de DHA para las mujeres en período de lactancia sea de 600 mg por día.
¿Y en casos de imposibilidad de leche materna?
En los casos en que no es posible la leche materna, la recomendación no se restringe apenas a mamás. Existen las fórmulas lácteas que pueden ser utilizadas mediante recomendación profesional. Sin embargo, el valor nutricional de las fórmulas varía mucho en función de la diversidad existente en el mercado actual, y de forma general, ellas ofrecen nutrientes como carbohidratos, proteínas y lípidos y que son, en gran parte, enriquecidas con vitaminas y minerales. Algunas fórmulas también ya son enriquecidas con ácidos grasos omega-3, principalmente el ácido docosahexaenoico (DHA), considerando principalmente que esos bebés que no pueden ser amamantados por leche materna necesitan igualmente de esa ingestión.
Vale siempre recordar que la recomendación tanto para lactantes como en el caso de bebés amamantados por formulas lácteas debe ser siempre orientada por un profesional de salud y ajustadas de acuerdo con las individualidades.