Hoy en día, las personas viven más tiempo, y eso es fantástico; pero no solo queremos que nuestros padres estén muchos años con nosotros, también queremos que estén sanos. A medida que nuestros padres envejecen, la pérdida gradual de capacidades físicas y mentales puede afectar su calidad de vida. Por eso, mantener hábitos saludables durante la segunda mitad de la vida, como satisfacer los requerimientos de omega-3, es esencial para que puedan concentrarse en cosas más importantes como, por ejemplo, los nietos.
¿Qué son los omega-3?
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de ácidos grasos esenciales poliinsaturados. Existen muchos tipos de omega-3, pero los tres principales y que más se han investigado son: el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido alfa-linolénico (ALA). Estas moléculas grasas en particular son muy apreciadas porque nuestro cuerpo no puede producirlas por sí mismo en cantidades suficientes (de ahí que se denominen ácidos grasos “esenciales”). El ALA se encuentra en fuentes vegetales de omega-3, por ejemplo en las nueces, las semillas de linaza y los vegetales de hoja verde. Los omega-3 más altamente insaturados, el DHA y el EPA, están presentes en pescados azules como el salmón, la caballa, el atún y las sardinas. Una pequeña aclaración sobre el ALA: puede convertirse en DHA y EPA en nuestro organismo, pero en cantidades muy pequeñas.
Salud cardiaca
Todos hemos oído que demasiada sal o la comida basura no son buenas para el corazón, pero ¿ha oído usted hablar del efecto beneficioso de los omega-3 en la salud cardiaca? Un estudio ha comprobado que un mayor consumo de omega-3 favorece la capacidad del corazón de bombear sangre y contribuye a aumentar el colesterol HDL (“bueno”); por eso, asegurarnos de que nuestros padres reciban la cantidad adecuada de omega-3 es esencial para su salud.
Un ensayo aleatorizado realizado en Japón concluyó que el consumo de omega-3 reduce en un 19 % el riesgo de sufrir eventos coronarios mayores, como accidentes cerebrovasculares e infarto. Por lo tanto, ¿qué cantidad de omega-3 procedente del pescado o de fuentes vegetales deberíamos consumir para proteger la salud del corazón? La Heart Foundation recomienda que todo australiano consuma al menos 500 mg de omega-3 al día (ya sea a través de los alimentos o en forma de complementos alimenticios). Además, también se recomienda a las personas que tienen un riesgo elevado de sufrir enfermedades cardiacas que tomen diariamente al menos 1000 mg de omega-3.
4 consejos para aumentar la ingesta de omega-3
Ahora que ya sabe por qué es importante que sus seres queridos reciban todas las semanas la cantidad requerida de los omega-3 DHA y EPA (500 mg/día), lograr este objetivo puede ser fácil. El pescado es una de las principales fuentes naturales de ácidos grasos omega-3. También es rico en proteínas para mantener la masa muscular. Asegúrese de que las personas que cuida coman 2 o 3 porciones de pescado a la semana siguiendo estos sencillos consejos:
- Prepare en el horno para la cena un poco de salmón, ya que es una de las fuentes más ricas de omega-3.
- El atún enlatado es una alternativa muy práctica que aporta aproximadamente 350 mg de omega-3 por porción.
- Seguro que muchos de los nacidos en la generación del baby boom recuerdan el pan con sardinas. Las sardinas son una excelente fuente de omega-3 que proporciona nada menos que 2400 mg/100 g. Además es una comida rápida, sencilla y nutritiva.
- Si sus seres queridos tienen dificultades para satisfacer sus necesidades de alimentos ricos en omega-3, incluya un suplemento de DHA procedente de algas a su rutina diaria o busque alimentos y bebidas enriquecidos con DHA y EPA de algas.
En todo caso, anímelos siempre a consultar a su médico antes de añadir un suplemento a su dieta diaria.